LA DESNUTRICION EN EL MUNDO
Que 1.020 millones de personas estén hambrientas en un mundo lleno de alimentos es una mala noticia.
Pero hay otra aún peor: esta cifra apenas cuenta una parte de la historia de la inseguridad alimentaria mundial.
Análisis de Paul Virgo
ROMA, abr
(IPS) - Esto no se debe solamente a que las estadísticas nunca mostrarán
un panorama completo sobre las víctimas que este flagelo se cobra entre
quienes no tienen suficiente comida.
También obedece al simple
hecho de que la cantidad de personas que padecen inseguridad alimentaria
es en realidad mucho mayor que esos números, de por sí escandalosos.
Cuánto mayor, nadie lo sabe.
Cada octubre, la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) elabora las
estadísticas sobre el hambre que luego citan líderes internacionales,
políticos, organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación
cuando debaten sobre el tema.
Dada la complejidad de la tarea y los recursos que conlleva, no tiene rivales en este cometido.
La FAO adopta un enfoque conservador, presumiblemente para evitar que la acusen de exagerar el problema.
Primero
analiza datos sobre comercio y producción alimentaria de estados
individuales, a fin de evaluar cuál es la cantidad disponible de
alimentos. Luego se sirve de patrones de consumo interno para calcular
el acceso a ellos y qué proporción de una población dada está
desnutrida.
El principal gran problema es que las estimaciones sobre
los alimentos que se necesitan para satisfacer las necesidades mínimas
de energía se basan en los requisitos para un estilo de vida sedentario.
Esto sugiere que muchas personas no se cuentan como desnutridas aunque
no estén consumiendo suficientes calorías para llevar una vida saludable
y activa.
Tal vez un problema aún mayor sea que, aunque se acepte a
las cifras de la FAO como representativas de la población desnutrida,
esto de todos modos no habla de cuántos pobres están mal alimentados por
no poder pagar una dieta adecuada.
El dicho según el cual "no sólo de pan vive el hombre" es verdadero, tanto literal como figurativamente.
Una
persona puede satisfacer sus necesidades de energía llenándose con
arroz o papas, pero si no puede realizar variaciones en su dieta no
obtendrá micronutrientes clave como hierro, iodo, vitamina A y zinc, con
efectos dramáticos para su salud y su capacidad de funcionar.
Ese
caso se refiere específicamente a la malnutrición inducida por la
pobreza. Pero también se considera malnutrida a la población de países
en desarrollo que es obesa por ingerir una cantidad excesiva de
calorías.
Lo mismo ocurre, además, con las personas que padecen
enfermedades que impiden que sus organismos se nutran adecuadamente a
partir de los alimentos, aunque los consuman de modo satisfactorio. Pero
estos grupos no son parte de este análisis.
Cifras difundidas el
año pasado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)
sugieren que la malnutrición causada por la pobreza es un enorme
problema.
A veces se la llama "hambre oculto" y puede tener
consecuencias irreversibles, especialmente para los niños menores de dos
años y para los fetos de madres malnutridas.
Según Unicef, 129
millones de niños menores de cinco años en los países en desarrollo
tienen un peso inferior al que deberían, y por lo tanto están
malnutridos. Pero la cantidad de esos pequeños que padecen raquitismo a
raíz de dietas inadecuadas es muy superior, situándose en 195 millones. http://www.unpuntoenelinfinito.com/fame-nel-mondo/1540-desnutricion-en-el-mundo.html